
Un estudio realizado por Elige Educar (2021) señaló que siete de cada diez docentes declaran estar innovando a través de prácticas o proyectos que están transformando las salas de clases, impactando positivamente en sus comunidades educativas, pero –sobre todo– en la vida de niños, niñas y adolescentes. Estas iniciativas adoptan diversas formas, involucrando a distintos actores de la comunidad como estudiantes, profesionales de apoyo o, incluso, a otros establecimientos educativos, realizando sinergias que potencian los procesos de creación y búsqueda de nuevas soluciones.
¿Qué es lo que permite el nacimiento de una innovación educativa? La evidencia y los casos que hemos conocido durante los últimos años nos revelan que uno de los principales factores es la identificación de un desafío o necesidades contextualizadas que permita repensar los procesos de enseñanza y aprendizaje, son proyectos que se convierten en instancias de transformación, el cual siempre tiene al estudiante al centro del del aprendizaje.
En este ámbito, docentes y escuelas cumplen un rol fundamental, demostrando que su rol va más allá de la mera transmisión de contenidos. Esencialmente, se trata de construir vínculos con los estudiantes para contextualizar el currículum mediante prácticas transformadoras, que a través de su trabajo profesional y del liderazgo de sus equipos directivos, permite que la innovación se transforme en procesos sistemáticos que abordan los desafíos actuales de la educación y la sociedad, incluida la recuperación de aprendizajes, los desafíos de sustentabilidad y preservación de la biósfera, desarrollo de la creatividad y al pensamiento crítico en la formación integral, desarrollo de una sociedad inclusiva y ética, solo por nombrar algunos de sus propósitos.
Estas experiencias son una buena noticia para el país ya que nos invitan a visibilizar y potenciar con más fuerza estos procesos de innovación que tienen como foco acciones pedagógicas que generan aprendizajes profundos e integrales. Para realizar esta labor es esencial resaltar el papel fundamental de las y los docentes en este proceso junto a sus equipos educativos y buscar formas de compartir estas iniciativas de innovación, sus desafíos y los resultados en la vida de los estudiantes y sus comunidades. Esto es precisamente lo que Elige Educar promueve a través del reconocimiento Elige Innovar. Este premio –que impulsamos junto al Centro de Innovación Mineduc, Dale Profe, Anglo American y UNESCO–, abrirá la convocatoria a su cuarta edición desde el 2 al 31 de agosto para buscar experiencias concretas de innovación en todo el país. El llamado es para que estas voces lideren la discusión sobre innovación y educación, sobre la tecnología al servicio de los aprendizajes, fortaleciendo el potencial transformador de estas nuevas herramientas y enfoques para los niños, niñas y adolescentes de Chile y el mundo.
Verónica Cabezas
Directora Ejecutiva de Elige Educar