
La evaluación es a menudo tomada como una dimensión meramente técnica de la práctica pedagógica, como una actividad anexa en la que debemos pensar únicamente cuando ha llegado el momento de poner notas. No obstante, la teoría y la investigación empírica tienen un extenso desarrollo acerca de los efectos nocivos que las culturas escolares centradas en la calificación y la función sumativa de la evaluación generan en los y las estudiantes. Entre ellos, una aproximación superficial o estratégica al aprendizaje, en detrimento del aprendizaje profundo; un impacto emocional negativo con incidencia en la motivación y la autoestima académica; un foco en la competencia y en etiquetas reputacionales (“soy bueno o malo para algo…”) más que en el avance en un proceso de aprendizaje (“estoy aprendiendo y eso implica que puedo mejorar…”); un mayor foco en el valor de cambio (“¿profe, esto es con décimas?”, “si no es con nota, no lo hago…”), que en el aprendizaje con sentido para los sujetos.
Este es el diagnóstico crítico que comparten las comunidades escolares que integran la Red de Establecimientos para la Innovación en Evaluación (Red sin Notas), que en el presente constituye una gran comunidad de aprendizaje profesional integrada por más de 50 establecimientos de norte a sur del país, de diversos territorios, tamaños y dependencias, con predominio de establecimientos públicos. Esta iniciativa comienza el año 2018, a partir de la experiencia de innovación en evaluación iniciada por las profesoras de los cursos de 1° y 2° básico del Liceo Manuel de Salas, con el acompañamiento de nuestro equipo de la Universidad de Chile. Ello generó interés en otras comunidades que estaban iniciando procesos de transformación similares en diferentes localidades del territorio nacional. Desde entonces hasta hoy hemos crecido de manera importante y nos encontramos periódicamente en diferentes espacios de interacción (plenarias online, plataforma web, visitas, tutorías, encuentros territoriales, entre otros).
El trabajo realizado por la Red habla de un gran sentido de compromiso hacia una visión diferente de la educación y la pedagogía, donde el foco está puesto en el desarrollo de trayectorias de vida socialmente justas y de proyectos de vida diversos y contextualizados. Son comunidades que han comprendido la incidencia profunda de la evaluación en la consecución de esta mirada alternativa, que desde su foco formativo promueve el bienestar y la motivación de las y los estudiantes.
Entre las lecciones que emergen de esta experiencia está la importancia de preparar los procesos de cambio, aprendiendo de otros que llevan más experiencia, y que han pasado por los mismos miedos y errores que quienes recién inician el camino. En ese ámbito, es crucial dialogar con los diferentes actores de la comunidad acerca de aquello que queremos cambiar y por qué eso puede ser beneficioso. También es importante comprender que la mayor complejidad está en salir de lo conocido, y es por ello que resulta relevante contar con equipos de gestión comprometidos con el enfoque y también partir por aquellos/as docentes más motivados por el cambio, para luego ir sumando a aquellos que pudieran tener mayores dificultades para transformar su práctica. En la misma línea, comprender que habrá siempre avances y retrocesos, y que hay que ir reflexionando constantemente sobre aquello que necesitamos volver a discutir, precisar, concordar, para retomar el sentido.
Más allá de estos desafíos, quienes participamos en esta Red hemos visto el efecto positivo en las actitudes de los y las estudiantes, y en la relación que sostienen con el aprendizaje. Es esto lo que termina por convencer a los diferentes actores que participan de esta gran comunidad. Junto con ello, también hay una recuperación del sentido de la docencia, así como de la reflexión profesional en comunidad, y una revaloración del saber docente. Lo más potente de todo ello, además, es que se trata de una iniciativa que parte desde las escuelas y sus equipos, quienes se sitúan a la vanguardia de un cambio necesario y largamente buscado, atreviéndose a ir a contrapelo de una cultura evaluativa como la nuestra, que pone el foco en los resultados, la competencia y en una lógica punitiva. Como sus propios miembros señalan, “nos sentimos menos solos”, puesto que la Red se ha transformado en un espacio de motivación y acompañamiento mutuo para la transformación.
Más información en: https://portal.redsinnotas.uchile.cl/
Teresa Flórez Petour
Departamento de Estudios Pedagógicos, Universidad de Chile
Coordinadora académica Red de Establecimientos para la Innovación en Evaluación (Red sin Notas)