STEM+ es un enfoque educativo, orientado a la interdisciplinariedad, que promueve la integración curricular y la innovación educativa, con un sello territorial diverso e inclusivo. El signo + (o plus) posibilita la incorporación de otras disciplinas, de nuevas formas de construcción de conocimiento y de diversidad de saberes; destaca su aporte para abordar problemáticas socialmente relevantes, pero desde una perspectiva situada, con participación de la comunidad, con énfasis en el desarrollo sostenible y al bienestar social.
El propósito de esta iniciativa STEM+ es claro: realizar un huerto escolar buscando el mejor abono para los cultivos escolares desde el contexto de cada escuela. ¿Cómo lo logran? Cada docente aporta su conocimiento local, aprovechando los recursos disponibles en su entorno: el estiércol de vaca y el lirio acuático en México; la harina de cochayuyo y la ceniza de cáscara de plátano en Chile; y el humus de la lombriz californiana en Ecuador. Así, este proyecto que se ha convertido en una fuente de aprendizaje, culturas y saberes, une tres culturas que exploran juntas soluciones para un futuro más sostenible.
A través del cultivo de tomate y lechuga, esta iniciativa transforma la manera en que el estudiantado ve la agricultura y promueve la conexión con la naturaleza, su entorno, fomenta la conciencia ambiental y el aprendizaje situado en experiencias e intercambio de conocimiento con estudiantes de otros países.
Sin embargo, la huerta escolar va más allá de sembrar semillas en la tierra; también siembra la semilla del cambio en la forma en que se abordan los desafíos del agua y los pesticidas en los cultivos de cada territorio. A través de la cooperación entre países y la integración de diferentes experiencias, esta acción abre camino al fortalecimiento de un trabajo interdisciplinario, colaborativo e interterritorial.
Respecto a los beneficios de su desarrollo, la docente del Colegio Villa Cartago, Jéssica Espinoza, expresó que “ha presentado una valiosa oportunidad para el desarrollo docente. Al participar en proyectos que trascienden las fronteras nacionales y se enfocan en objetivos comunes, las docentes tenemos la oportunidad de ampliar nuestros horizontes, aprender nuevas metodologías, enfoques pedagógicos y fortalecer habilidades de colaboración y comunicación intercultural, favoreciendo las buenas prácticas entre colegas de diferentes contextos y brindando nuevas perspectivas sobre cómo abordar los desafíos educativos”.
En cuanto al impacto que ha tenido este trabajo colaborativo interterritorial, agregó que ha sido profundo y positivo, ya que las y los estudiantes “participan en proyectos que abordan problemáticas del mundo real y situados en sus contextos, fomentando el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la colaboración. El estudiantado ha tenido la oportunidad de desarrollar habilidades claves para el siglo XXI, como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la conciencia global, además de aprender sobre diferentes culturas y tradiciones”.
Por su parte, la docente de la Escuela Telesecundaria 438, Melina Estrada, comentó que esta experiencia ha sido invaluable. “Me ha brindado nuevas herramientas y enfoques pedagógicos para integrar la educación ambiental y la sostenibilidad en el aula. Además, me ha permitido reflexionar sobre la importancia de impulsar el aprendizaje experiencial y el trabajo colaborativo como estrategias para potenciar el proceso de enseñanza-aprendizaje. En resumen, ha contribuido significativamente a mi crecimiento profesional y a mi compromiso con una educación más inclusiva, participativa y orientada al desarrollo sostenible”.
Por último, la docente de Unidad Educativa Vigotsky, Adriana Moyolema, destacó que “este proyecto ha permitido fomentar la conexión con la naturaleza y promover una salud física y mental en mis estudiantes; se sienten acompañados en esta labor, reconociendo sus fortalezas y debilidades, motivándose a trabajar en equipo y beneficiando su pensamiento crítico y el respeto por su entorno”.
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Escrita por
Fernanda Pizarro Mella
Periodista CIDSTEM PUCV
