FAKEOUT: App para combatir la desinformación con IA

INSTITUTO POLITECNICO BICENTENARIO JUAN TERRIER DAILLY
Lugar
Maule, Curicó
Niveles
Enseñanza Media Técnico Profesional y Artística (Jóvenes)
Modalidad
Regular
Contacto
Rol de contacto
Coordinador
Temas
Inteligencia Artificial
Palabras claves
Alfabetización mediática
pensamiento crítico
Innovación educativa
proyecto Fake out
FAKEOUT es una experiencia de innovación liderada por estudiantes de enseñanza media técnico profesional, quienes desarrollaron una aplicación con inteligencia artificial para verificar la veracidad de noticias digitales. A través de un sistema tipo semáforo, la app entrega niveles de confiabilidad de enlaces, imágenes o textos. La propuesta busca promover el uso crítico de internet y una ciudadanía digital informada y responsable.

Descripción

FAKEOUT es una experiencia de innovación educativa liderada por estudiantes de enseñanza media técnico profesional, que responde a un desafío urgente: la desinformación en entornos digitales. A través del desarrollo de una aplicación móvil con inteligencia artificial, los y las estudiantes crearon una herramienta capaz de analizar enlaces, textos e imágenes, asignándoles un nivel de confiabilidad mediante un sistema tipo semáforo. La app, llamada VeriVerify, incluye además una extensión para navegadores y retroalimentación en tiempo real, facilitando el acceso a información confiable desde una lógica pedagógica y ciudadana.

Lo innovador del proyecto radica no solo en el uso de tecnologías emergentes, sino en su enfoque integral: combina habilidades técnicas, pensamiento crítico y participación social desde una iniciativa impulsada por los propios estudiantes. Esta iniciativa demuestra que es posible transformar un problema global en una solución concreta desde el contexto escolar, articulando saberes tecnológicos con ciudadanía digital .

En un contexto marcado por la sobreinformación y el uso masivo de redes sociales, la desinformación se ha convertido en una amenaza para la convivencia democrática, la participación informada y la confianza en las instituciones. En Chile, más de 10 millones de personas perciben la desinformación como un problema grave; 8 millones han estado expuestas a noticias falsas en redes sociales y al menos 5 millones las han compartido sin verificar. Esta realidad impacta especialmente a jóvenes y comunidades escolares, donde la circulación de información errónea puede generar daños personales, deteriorar la imagen de instituciones educativas y alimentar la polarización.

La experiencia surge desde la inquietud de un grupo de estudiantes que, al detectar la difusión de noticias falsas en redes como Facebook, decidieron actuar. Identificaron la necesidad urgente de contar con herramientas accesibles que permitan evaluar la veracidad de la información y fomentar un uso más crítico y responsable de los medios digitales. Así, el proyecto FAKEOUT se propuso enfrentar este desafío con una solución tecnológica que articula inteligencia artificial, ciudadanía digital y pensamiento crítico desde el entorno escolar.

La innovación educativa implementada consiste en el desarrollo de FAKEOUT, una aplicación móvil creada por estudiantes, que utiliza inteligencia artificial para verificar la veracidad de contenidos digitales. A partir de una investigación contextual sobre el impacto de la desinformación, los estudiantes diseñaron y programaron la app VeriVerify, que permite analizar enlaces, imágenes y textos, asignándoles un nivel de confiabilidad mediante un sistema tipo semáforo (rojo, amarillo y verde). La herramienta incluye además una extensión para navegadores web y entrega retroalimentación en tiempo real, fomentando el pensamiento crítico y la alfabetización mediática.
Esta innovación articula el desarrollo de habilidades técnicas —como la programación en React y el uso de bases de datos en Firebase— con habilidades cívicas y digitales, al poner la tecnología al servicio de la ciudadanía responsable. Está dirigida a estudiantes, docentes y ciudadanos que buscan informarse de manera confiable y participar activamente en su entorno, promoviendo una cultura digital basada en la veracidad, el análisis y la responsabilidad compartida.
El proyecto fue desarrollado por un equipo interdisciplinario de estudiantes del Instituto Politécnico Bicentenario Juan Terrier Dailly, conformado por Diego Aravena (programador), Angelina Rodríguez (diseñadora) y Agustín Bustamante (comunicador), bajo la guía del docente Rogers Méndez. Cada integrante asumió un rol específico según sus intereses y habilidades, permitiendo una distribución clara de tareas en las distintas etapas del proceso: diagnóstico del problema, ideación de la solución, desarrollo técnico del prototipo, validación en contexto escolar, difusión y reflexión crítica del impacto.

Además de este núcleo principal, la comunidad educativa del establecimiento participó activamente en la socialización y validación de la herramienta, lo que permitió retroalimentar el proyecto desde una perspectiva colectiva y potenciar su sentido educativo y comunitario.
Las y los estudiantes desempeñaron un rol central y protagónico en todas las fases del proyecto. Desde la identificación del problema hasta el desarrollo de la solución, fueron ellos quienes lideraron el proceso: investigaron sobre la desinformación, propusieron ideas, diseñaron la interfaz de la aplicación, programaron su funcionalidad e idearon estrategias de difusión para dar a conocer su impacto.

Además de asumir responsabilidades técnicas —como la programación en React, el uso de inteligencia artificial y la gestión de bases de datos—, también se involucraron en la dimensión comunicacional y reflexiva del proyecto, fortaleciendo así su identidad como ciudadanos digitales activos, críticos y comprometidos. Esta experiencia potenció sus habilidades digitales y colaborativas, y les permitió comprender el valor de la tecnología como herramienta para el bien común y la participación informada en la sociedad.
Uno de los principales desafíos fue la integración de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, en un proyecto escolar desarrollado íntegramente por estudiantes. Requirió un proceso de autoformación y experimentación constante, especialmente en el diseño de algoritmos capaces de analizar información y entregar resultados comprensibles para el usuario.

Además, el equipo debió enfrentar la dificultad de validar fuentes confiables y traducir un fenómeno global —como la desinformación— a una solución concreta y pertinente para su entorno escolar. La gestión del tiempo también fue un reto importante, ya que compatibilizaron el desarrollo del proyecto con las exigencias académicas propias de la educación técnico profesional. Pese a ello, el compromiso, la colaboración y el sentido de propósito del equipo fueron relevantes para superar los obstáculos y consolidar una propuesta innovadora con impacto real.
El proyecto FAKEOUT logró instalar en la comunidad escolar una conversación profunda sobre el impacto de la desinformación, promoviendo una cultura digital más crítica y responsable. La aplicación fue validada internamente por docentes y estudiantes, y presentada públicamente como una herramienta educativa con alto potencial de uso en contextos escolares y ciudadanos.

En el plano pedagógico, la experiencia permitió a las y los estudiantes desarrollar competencias técnicas en programación (React, Firebase), pensamiento lógico, alfabetización mediática e inteligencia artificial, así como habilidades blandas como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la toma de decisiones informadas. Además, el equipo obtuvo el primer lugar nacional del concurso Solve for Tomorrow 2024, destacando entre más de mil propuestas por su enfoque innovador, su pertinencia y su proyección transformadora. Este reconocimiento consolidó la experiencia como un referente de innovación educativa con impacto social.
El equipo proyecta escalar el desarrollo de FAKEOUT integrando nuevas funcionalidades y mejorando su precisión mediante el uso de bases de datos más robustas y diversas fuentes de verificación. Se contempla el desarrollo de versiones premium y la postulación a fondos concursables que permitan financiar su mantenimiento y expansión.

Entre los próximos pasos se incluye la ampliación de su uso en otras comunidades escolares, así como la vinculación con medios de comunicación y plataformas tecnológicas interesadas en promover prácticas responsables de consumo informativo. Además, se plantea incorporar una dimensión formativa dentro de la app, con recursos educativos que fortalezcan la alfabetización mediática y el pensamiento crítico en distintos niveles escolares. De esta manera, la innovación aspira a consolidarse como una herramienta de utilidad social que articula tecnología, educación y ciudadanía digital.

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