
Descripción
La Escuela Básica Intercultural Laguna Verde de Valparaíso, ubicada en un entorno único entre mar y bosque, implementa “Aulas Diversificadas”, un modelo de aprendizaje innovador que conecta a estudiantes con su territorio y cultura. Bajo cuatro sellos educativos—medioambiental, artístico, deportivo e intercultural—se desarrollan talleres prácticos en espacios como el huerto, la granja educativa, la Sala Verde y la Ruka. Estos talleres, guiados por metodologías participativas, promueven habilidades cognitivas, emocionales y sociales, y fortalecen el sentido de pertenencia. Con un enfoque contextualizado e inclusivo, este modelo fomenta el bienestar escolar, la integración comunitaria y la sostenibilidad educativa.
1. ¿Cuál es el problema o necesidad que busca resolver?
La escuela asumió un rol transformador al identificar la necesidad de generar espacios y experiencias que abordaran estas carencias, conectando el aprendizaje con el entorno natural y cultural. Esto implicó integrar a la comunidad en un proyecto educativo que avance en la mejora de los aprendizajes y fortalezca la identidad local, el bienestar emocional y la cohesión social. Asimismo, se abordaron las limitaciones en infraestructura y la falta de metodologías innovadoras, desarrollando un modelo que fomenta habilidades prácticas y socioemocionales en un ambiente inclusivo, participativo y significativo.
2. ¿Cuál es la innovación educativa implementada?
La metodología incluye talleres diversificados que se realizan dos veces por semana, permitiendo que los estudiantes seleccionen actividades que se alineen con sus intereses y con los principios de los sellos educativos. Este enfoque promueve la autonomía y el aprendizaje significativo. Además, la comunidad juega un rol crucial en la autogestión, contribuyendo con materiales, ideas y evaluaciones. Cada año, el proyecto culmina con una “Muestra de Talleres” donde las y los estudiantes presentan sus aprendizajes a la comunidad, que evalúa su impacto en el desarrollo integral de los participantes. Este modelo educativo consolida la conexión entre la escuela, las familias y el entorno, fortaleciendo el compromiso con una educación integral, participativa y contextual.
3. ¿Quiénes participan en el proyecto?
Docentes: Diseñan y facilitan los talleres, adaptándose a los intereses y necesidades de los estudiantes.
Estudiantes: Participan en la planificación, construcción de espacios y ejecución de actividades.
Familias: Contribuyen con materiales y participan en las evaluaciones de los talleres.
Comunidad: Colabora en la construcción de espacios como la Ruka y el huerto, fortaleciendo el vínculo con la escuela.
4. ¿Cuál es el rol de las y los estudiantes en el proyecto?
Durante la ejecución de los talleres, las y los estudiantes trabajan de manera autónoma y en equipo, explorando y desarrollando habilidades específicas relacionadas con los sellos medioambiental, artístico, deportivo e intercultural. Además, adquieren habilidades blandas como la comunicación, la resolución de problemas y la empatía al interactuar con compañeros de diferentes cursos. En los eventos de cierre, como la “Muestra de Talleres,” asumen el rol de expositores, compartiendo sus aprendizajes con la comunidad, reflexionando sobre sus experiencias y evaluando el impacto de su participación. Este proyecto les permite desarrollar aprendizajes, habilidades socioemocionales, consolidar su identidad y sentido de pertenencia al territorio.
5. ¿Cuáles fueron los principales desafíos que se presentaron en las diversas etapas del proyecto?
Otro desafío destacado fue la gestión de recursos materiales. Aunque la comunidad educativa contribuyó con insumos mediante autogestión, los retrasos en la entrega de materiales afectaron el inicio de algunas actividades. Además, se identificó la necesidad de mantener una actualización constante y motivar al cuerpo docente para que diseñara e implementara talleres alineados con los intereses y necesidades de las y los estudiantes. A pesar de estos obstáculos, el compromiso colectivo de la comunidad educativa permitió superar las dificultades, consolidando la iniciativa como un modelo enriquecedor y sostenible que ha transformado tanto los procesos de aprendizaje como la convivencia escolar.
6. ¿Cuáles han sido los resultados?
En el ámbito comunitario, el impacto ha sido transformador. La convivencia escolar se ha visto fortalecida, generando un clima de bienestar y colaboración entre estudiantes, docentes y familias. Los padres, madres y apoderados expresan orgullo y sentido de pertenencia hacia una escuela que incorpora principios interculturales, medioambientales y territoriales en su propuesta educativa. Además, la implementación de los sellos educativos ha permitido a la comunidad apropiarse y poner en práctica el Proyecto Educativo Institucional (PEI), visibilizando el potencial innovador de la escuela.
Un reconocimiento destacado es el otorgado a la directora Laura Ríos, quien en 2024 recibió el premio Liderazgo Educativo (LED) en la categoría de Inclusión y Equidad: Género, NEE e Interculturalidad, posicionando a la Escuela Básica Intercultural Laguna Verde como un modelo de referencia en educación integral, contextualizada e inclusiva.
7. ¿Cuáles son las proyecciones o próximos pasos de la innovación?
A largo plazo, se espera consolidar una red de colaboración entre escuelas con contextos similares, promoviendo el intercambio de buenas prácticas e ideas innovadoras. También se busca aumentar la autogestión y sostenibilidad del proyecto mediante alianzas estratégicas con instituciones locales y organizaciones que puedan aportar recursos y conocimientos. Adicionalmente, la escuela planea integrar un sistema más robusto de monitoreo y evaluación de impacto para medir cómo esta iniciativa sigue transformando los aprendizajes, la convivencia y el bienestar de la comunidad educativa. Estas proyecciones consolidan el modelo como una referencia en educación contextualizada e inclusiva.