Campamento Educativo El Litoral

ESCUELA AMANDA LABARCA HUBERSTONE
ESCUELA MUNICIPAL MELIMOYU
ESCUELA MADRE DE LA DIVINA PROVIDENCIA
Lugar
Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo, Cisnes
Niveles
Enseñanza Básica Niños
Modalidad
Regular
Temas
Educación rural
Educación ambiental
Identidad territorial
Campamento Litoral
Estudiantes y docentes de las escuelas Melimoyu, Madre de la Divina Providencia y Amanda Labarca, del Microcentro El Litoral, vivieron una experiencia transformadora que combinó educación al aire libre e innovación pedagógica. A través de talleres ambientales, artísticos y científicos, fortalecieron lazos, desarrollaron habilidades y se reconectaron con la naturaleza.

Descripción

Estudiantes y docentes de Escuela Melimoyu, Escuela Madre de la Divina Providencia (Puerto Gala) y Escuela Amanda Labarca (Puerto Raúl Marín), pertenecientes al Microcentro El Litoral de la Región de Aysén, participaron en una experiencia educativa única que fortaleció su protagonismo y aprendizaje activo. A través de talleres ambientales, artísticos y científicos, las niñas y niños fortalecieron lazos, desarrollaron habilidades y se reconectaron con su entorno natural. Esta experiencia de innovación combinó la educación al aire libre con metodologías activas, promoviendo la inclusión, el trabajo colaborativo y la conciencia ambiental en un espacio de convivencia enriquecedor. 

La iniciativa, liderada por tres profesoras que postularon al 8% FNDR, fue adjudicada como el proyecto CAMPAMENTO DE EL LITORAL, con el fin de generar un impacto educativo en estas comunidades rurales.

La experiencia de innovación surge como respuesta a los desafíos del Microcentro El Litoral, caracterizados por el aislamiento geográfico, la baja matrícula y la limitada interacción entre estudiantes. Estas condiciones impactan directamente la calidad de la experiencia educativa, restringiendo las oportunidades de aprendizaje significativo y el desarrollo socioemocional de niñas, niños y estudiantes. Frente a esta realidad, diagnosticada por los equipos directivos y docentes, la iniciativa busca fortalecer la identidad local, fomentar la colaboración entre comunidades educativas y ampliar los horizontes de aprendizaje a través de experiencias colectivas y un mayor vínculo con el territorio.
La experiencia de innovación educativa consistió en la realización de un campamento educativo en Melimoyu, donde niñas, niños y estudiantes participaron en una experiencia inmersiva que integró ciencia, arte, cultura y conciencia ecológica. A través de talleres sobre biodiversidad marina, astronomía, cultivo sustentable, reciclaje, expresión artística, observación estelar y juegos colaborativos, se promovió el aprendizaje activo y el desarrollo integral de las y los participantes.
El proyecto se llevó a cabo mediante una planificación inter-escuelas que incluyó la logística de traslado, el diseño curricular de las actividades y la coordinación con facilitadores. Su implementación estuvo a cargo de docentes, talleristas y monitores, beneficiando a más de 30 estudiantes de distintas edades y localidades costeras de Aysén.
El proyecto involucra a diversos miembros de la comunidad educativa. En específico, participaron estudiantes, docentes y directivos de cinco escuelas multigrado del Microcentro Litoral (Puerto Gala, Raúl Marín Balmaceda y Melimoyu), junto con apoderados, talleristas y organizaciones locales, como L&L Insular y Reserva Melimoyu.
Las y los docentes lideraron el diseño pedagógico y la coordinación general, mientras que las y los talleristas estuvieron a cargo de la implementación de actividades especializadas durante el campamento. Las y los apoderados apoyaron en la logística y el cuidado de niñas, niños y estudiantes. Además, todos los actores colaboraron en la evaluación de la experiencia.
El proyecto logró articular a toda la comunidad en torno al aprendizaje, el juego y la conexión con la naturaleza.
Las y los estudiantes fueron protagonistas activos del proyecto. Participaron en los talleres, aportaron ideas y llevaron a cabo acciones concretas en proyectos ambientales, creaciones artísticas y dinámicas de reflexión. Además, asumieron roles de liderazgo dentro de los grupos, evaluaron sus aprendizajes y compartieron sus experiencias en los espacios de cierre. Su participación fue fundamental tanto en la implementación como en la evaluación de la experiencia, consolidándose como un proceso significativo para su desarrollo personal y comunitario.
Uno de los principales desafíos durante la implementación del proyecto fue la lejanía entre localidades, representando un desafío logístico, especialmente en la organización de traslados y la coordinación de horarios. Además, las condiciones del clima austral exigieron flexibilidad en la ejecución de las actividades. Otro reto fue la integración de estudiantes de diferentes edades y niveles educativos, el cual se superó mediante estrategias inclusivas y actividades adaptadas a sus intereses y necesidades.
El aprendizaje principal del proceso fue la importancia de una planificación colaborativa y la anticipación a las variables territoriales, garantizando así una experiencia más fluida y enriquecedora para todas y todos los participantes.
​​La experiencia logró reunir a niñas y niños de distintas escuelas, permitiendo fortalecer los lazos entre estos establecimientos educativos -que antes estaban aislados- fomentando una red educativa colaborativa en el litoral de Aysén. Se observaron mejoras en las habilidades socioemocionales, una mayor participación activa de las y los estudiantes y un incremento en su conciencia ambiental.
Además, se diseñaron e implementaron diversas actividades educativas, artísticas y recreativas, enriqueciendo la experiencia de aprendizaje. Las encuestas y relatos de las y los estudiantes reflejaron un alto nivel de satisfacción, evidenciando el impacto positivo de la iniciativa. Como resultado, también se fortaleció la identidad territorial, consolidando el sentido de pertenencia de la comunidad educativa.
Las proyecciones de esta experiencia de innovación educativa incluyen la creación de instancias similares con otras comunidades rurales, ampliando el impacto de esta iniciativa. Se espera que este proyecto sirva de inspiración para nuevas prácticas pedagógicas contextualizadas, promoviendo el aprendizaje colaborativo, el fortalecimiento de la identidad territorial y el respeto por la diversidad.
Además, se planea integrar esta experiencia en los instrumentos de gestión institucional para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

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